Se conmemoran cinco siglos de la llegada de Fernando de Magallanes al paso sudamericano que permitió unir por primera vez los océanos Atlántico y Pacífico.

El logro de cruzar el estrecho ha sido comparado con la llegada de Neil Armstrong a la Luna: un cambio de referente geográfico, un símbolo de que la exploración moderna no tenía límites. “Fue el hecho fundamental para abrir esa primera globalización”, dice Enrique Ojeda, embajador de España en Chile.