Desde entonces, oficialmente, forma parte de la geografía política chilena.
Se cumplió así uno de los más sentidos anhelos del Libertador, General Bernardo O’Higgins , quién, un año antes, minutos antes de fallecer, pronunció sus últimas palabras: “¡Magallanes…Magallanes!”…

La toma de posesión la decretó el Gobierno del General don Manuel Bulnes Prieto , el vencedor de la Batalla de Yungay, con quién O’Higgins había conversado largamente en Lima cuando el Ejército chileno ocupó la capital peruana en la etapa final de la guerra contra la Confederación Perú-boliviana.

Le correspondió al capitán Juan Williams , al mando de la goleta “Ancud” , navegar hasta el Estrecho y actuar en representación del Gobierno.
La toma de posesión fue realizada físicamente días antes de que arribara un barco francés que traía un destacamento que el Gobierno de Francia había enviado con la expresa misión de establecer soberanía francesa en el estrecho. Los marinos galos se encontraron con la sorpresa de que el lugar ya estaba ocupado y que la bandera chilena flameaba en lo alto de un mástil de madera en el lugar donde se construiría el “Fuerte Bulnes” .
A los franceses no les quedó otra cosa que hacer que volverse a su patria, para informar sobre lo que habían comprobado. Caballerosamente, compartieron primero en forma amistosa con los chilenos, que les obsequiaron, como recuerdos, algunas monedas chilenas.